Este conjunto de cabaña nevada es en realidad una solución de almacenamiento USB disfrazada
Muchos de nosotros tenemos accesorios de computadora y juguetes en nuestros escritorios, entonces, ¿por qué no combinarlos para ahorrar espacio?
Teniendo en cuenta lo mucho que dependemos de los artefactos y archivos digitales hoy en día, no nos sorprendería que todo el mundo tuviera una memoria USB externa o USB. Algunos incluso pueden tener tarjetas de memoria que viajan desde y hacia las cámaras digitales a nuestras computadoras. Estos dispositivos ocupan espacio en nuestro escritorio o se pierden en nuestros cajones, principalmente porque no parecen tener un buen hogar en nuestros espacios de trabajo. La solución es diseñar unidades y concentradores USB que sean tan funcionales como parecen.
Diseñadores: yesul kim, Edo Kim, Yu Shan Huang
Una cabaña de invierno en las montañas es probablemente lo último en lo que pensará cuando intente buscar una metáfora para las unidades USB. Los diseñadores del escritorio de la cabina hicieron conexiones entre los dos porque ambos se consideran ubicaciones temporales, ya sea para personas o datos. También son lugares donde algunas personas crean y almacenan recuerdos, otra alusión a los datos almacenados en estas soluciones de almacenamiento de datos.
Ya sea que esté de acuerdo con esa explicación casi artificial, es difícil argumentar que la cabina es una forma bastante creativa de combinar la utilidad y la decoración de una manera divertida que no llama demasiado la atención. A primera vista, el conjunto parece una casa blanca con una chimenea roja sobre una llanura blanca. En verdad, esos tres son también las tres partes principales de este engañoso paquete de accesorios informáticos.
La caja blanca que sirve como base de la casa pretende ser un disco duro externo, con sus crestas que recuerdan las cimas de las montañas blancas en invierno. La casa es un concentrador USB con ranuras en el techo para tarjetas de datos. Esa chimenea roja es en realidad la parte trasera de una unidad flash USB, aunque su tamaño sugiere que podría tener muy poco espacio para archivos en su interior.
La idea no es exactamente innovadora, pero plantea la pregunta de por qué muy pocos fabricantes han incursionado en convertir accesorios de computadora en juguetes de escritorio. La tendencia minimalista predominante en el diseño de productos ha inundado el mercado con centros y cajas anodinos y casi impersonales. Tal vez sea hora de hacer un cambio que permita a las personas expresarse aunque estén usando un concentrador USB aburrido.