La NASA ha restablecido la comunicación con el satélite CAPSTONE tras una breve interrupción
Tras el exitoso lanzamiento de la misión CAPSTONE de la NASA desde las instalaciones de Rocket Lab en la península neozelandesa de Mahia, el control de tierra perdió el contacto con la nave espacial poco después de que se liberara del pozo gravitatorio de la Tierra y se separara de su cohete portador Electron el lunes. Sin embargo, tras casi un día entero de aislamiento, la NASA anunció el miércoles que los ingenieros han podido reabrir una línea con el satélite de 55 libras.
Aunque la situación era preocupante, la NASA ya se había preparado para ello. "Si es necesario, la misión tiene suficiente combustible para posponer la primera maniobra de corrección de la trayectoria posterior a la separación durante varios días", informó el lunes un representante de la NASA a Space.com.
Esta sonda espacial, bautizada como Experimento de Navegación y Operaciones Tecnológicas del Sistema de Posicionamiento Autónomo Cislunar (CAPSTONE), pasó casi una semana dando vueltas alrededor del planeta con el fin de adquirir el impulso suficiente para lanzarse en una ruta de inyección translunar (TLI) de cuatro meses hacia la Luna. Una vez que el CAPSTONE alcance la órbita lunar el 13 de noviembre, seguirá la órbita casi rectilínea prevista de la futura puerta lunar para demostrar que la trayectoria es estable.
"En concreto, validará los requisitos de potencia y propulsión para mantener su órbita según lo previsto por los modelos de la NASA, reduciendo las incertidumbres logísticas", describió la NASA en una entrada de su blog en abril. "La órbita situará a CAPSTONE a menos de 1.000 millas de un polo lunar en su paso cercano y a 43.500 millas del otro polo en su punto máximo cada siete días, requiriendo menos capacidad de propulsión para las naves espaciales que vuelan hacia y desde la superficie de la Luna que otras órbitas circulares".
El Gateway se utilizará como zona de parada para la misión ampliada Artemis y los esfuerzos de colonización lunar antes de las incursiones más allá en el espacio con vistas a establecer eventualmente Marte. Tras este lanzamiento, la NASA tiene previsto enviar la nave Orión -que tiene una ventana de lanzamiento del 23 de agosto al 6 de septiembre- para examinar las consecuencias fisiológicas de un viaje translunar.
Fuente: www.engadget.com