Estados Unidos prepara un plan para retirar los bombarderos estratégicos B-1 Lancer y B-2 Spirit
Estados Unidos ha comenzado a desarrollar planes preliminares para desmantelar los bombarderos estériles Rockwell B-1 y Northrop Grumman B-2.
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William Rogers, director ejecutivo del programa de bombarderos de las Fuerzas Aéreas estadounidenses, hizo el anuncio. Según los informes preliminares, el B-1 Lancer y el B-2 Spirit seguirán en servicio durante unos 10 años más. Al menos en 2018, el servicio esbozó una fecha de retiro de los aviones entre 2031 y 2032.
En realidad, el calendario podría retrasarse. Depende de la rapidez con la que Northrop Grumman pueda satisfacer la necesidad de las Fuerzas Aéreas de contar con bombarderos nucleares B-21 Raider de nueva generación. El avión se presentará a principios de diciembre, pero el primer vuelo no lo realizará hasta 2023, tras dos aplazamientos (de 2021 a 2022 y de 2022 a 2023).
Las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos quieren 100 bombarderos B-21 Raider. El servicio también planea tener una flota de bombarderos estratégicos B-52 Stratofortress más antiguos, compuesta por 75 aviones a largo plazo.
Aunque el B-1 Lancer y el B-2 Spirit pueden ser retirados en 10 años, se están desarrollando nuevas armas para ellos. El Lancer fue diseñado como bombardero nuclear, pero fue modificado a finales del siglo pasado para utilizar armas tácticas. Es posible que pronto reciba misiles hipersónicos, pero aún no hay detalles al respecto. Pero se está desarrollando una bomba nuclear B61-12 para el Spirit. También el avión recibirá un misil furtivo AGM-158B JASSM-ER.
Fuente: Air Force Magazine