La Asociación Federal de la Industria Aeroespacial Alemana criticó la decisión de las autoridades de comprar los cazas estadounidenses de quinta generación F-35 Lightning II
El complejo militar-industrial alemán está preocupado por la decisión de comprar aviones de combate F-35 Lightning II a Lockheed Martin. La Asociación Federal de la Industria Aeroespacial Alemana (BDLI) cree que el acuerdo tendrá un impacto negativo en la industria armamentística nacional.
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En marzo de este año, Alemania anunció su decisión de comprar cazas furtivos F-35 Lightning II debido a la amenaza rusa que se avecina. La ministra de Defensa, Christine Lambrecht, dijo que los F-35 reemplazarían algunos de los envejecidos aviones Tornado en servicio con la Luftwaffe desde la década de 1980. A pesar de la crisis, Alemania no renuncia a la idea de conseguir los aviones.
Sin embargo, un reciente informe de la revista alemana Wirtschaft señala que la decisión de comprar el Lighting II supondrá un duro golpe para la industria armamentística alemana. Esto se debe a la falta de derecho a mantener o producir partes de los aviones en el país.
Tras la invasión rusa de Ucrania, el canciller alemán Olaf Scholz anunció un plan de modernización de las fuerzas armadas alemanas. Alemania está dispuesta a destinar 100.000 millones de euros del presupuesto de 2022 para ello. Se supone que la mayor parte de estos fondos se destinará a la compra de cazas F-35 Lightning II a la empresa Lockheed Martin.
Los representantes de la BDLI creen que el Departamento de Defensa cometió un grave error al negarse a exigir que se permita a los fabricantes locales participar en el mantenimiento, la reparación y el soporte de los cazas estadounidenses. Lo mismo ocurre con los helicópteros de carga pesada CH-47F Chinook de Boeing, que se comprarán para sustituir a los CH-53 Sikorsky.
Wolfgang Schoder, director general de Airbus Helicopters, criticó la decisión del gobierno alemán de importar armas de socios extranjeros, calificándola de "apresurada y precipitada". Subrayó que amenaza la independencia de la industria de defensa alemana y la tecnología militar.
Como ejemplo, Suiza fue uno de los últimos países en anunciar la compra de F-35 Lightning II. Al mismo tiempo, el país europeo acordó con Estados Unidos el mantenimiento, el servicio y la producción de piezas para los cazas. El acuerdo de compensación permitirá a las empresas de defensa suizas recibir unos 3.000 millones de dólares, mientras que el valor del contrato para la compra de los aviones era inferior a 7.000 millones de dólares.
Al mismo tiempo, los funcionarios del BDLI reconocen que la participación de la industria alemana podría complicar el proceso de adquisición. Además, los fabricantes estadounidenses podrían aprovechar para aumentar el coste de sus productos. Aunque, por otro lado, en el coste total de los contratos de compra (en particular, de los helicópteros pesados) sólo se destinará el 30% de los fondos a la compra. El otro 70% se destinará al mantenimiento durante los próximos 30 años.
También cabe destacar que no todos los 100.000 millones de euros irán a parar a empresas estadounidenses. Una parte importante de esta suma irá a parar a la empresa Airbus, que se encargará de la modernización de los cazas Eurofighter Typhoon de cuarta generación, equipándolos con nuevos medios de guerra electrónica.
Fuente: The Eurasian Times, Welt