Astrónomos descubren dos estrellas invisibles ultrafrías con temperaturas inferiores a 2.430 grados Celsius y edades de 4.000 a 5.000 millones de años
Los astrónomos han descubierto un sistema de dos estrellas que orbitan entre sí. Lo que las hace especiales es su bajísima temperatura. Además, son invisibles para el ojo humano.
Esto es lo que sabemos
Los astrónomos han descubierto dos enanas superfrías. Su temperatura es inferior a 2430 grados Celsius (4400 Fahrenheit). En comparación, la temperatura aproximada de la corteza del Sol es de 1,5 millones de grados Celsius (2,7 millones de Fahrenheit). No podemos verlas porque la mayor parte de la luz se emite en el infrarrojo.
El sistema estelar se llama LP 413-53AB. Los científicos lo conocen desde hace mucho tiempo, pero todos pensaban que estaba formado por una sola estrella. La segunda enana ha sido descubierta gracias al astrofísico Chih-Chun Hsu, que ha creado su propio algoritmo para modelar estrellas basándose en sus datos espectrales. Aprendió que las líneas espectrales se mueven en direcciones opuestas y se dividen en pares.
El astrofísico planteó la hipótesis de que el sistema contiene dos estrellas muy cercanas entre sí. Para probar la hipótesis, utilizó el Observatorio Keck de Hawai. Ji-Chun Hsu y su equipo observaron el sistema estelar desde marzo de 2022 hasta enero de 2023.
Resultó que la distancia entre las estrellas es de aproximadamente 1,5 millones de kilómetros. Eso es sólo el 1% de la distancia entre la Tierra y el Sol. Además, las estrellas tienen las órbitas más bajas de cualquier sistema de este tipo y su tiempo orbital alrededor de la otra es de sólo 17 horas. Según Ji-Chun-Hsu, el periodo orbital suele ser de varios años en este tipo de sistemas.
Otro récord de la pareja descubierta es su edad. Mientras que la mayoría de las enanas tienen 40 millones de años, nuestras heroínas tienen entre 4.000 y 5.000 millones de años. Eso significa que su edad es comparable a la del Sol. Y el sistema de dos estrellas se formó probablemente por la fusión de tres cuerpos, durante la cual uno de ellos fue expulsado y los otros dos se acercaron.
El descubrimiento del astrofísico Ji-Chun-Hsu y su equipo permitirá a los científicos encontrar más sistemas de este tipo, que hasta ahora han permanecido ocultos con éxito no sólo al ojo humano, sino también a las lentes de los telescopios.
Fuente: Nuevo Atlas