Los científicos han descubierto una protoestrella masiva en una fase de formación sin precedentes que podría ayudar a resolver uno de los misterios de nuestro universo

Por: Maksim Panasovskiy | 04.03.2023, 22:00
Los científicos han descubierto una protoestrella masiva en una fase de formación sin precedentes que podría ayudar a resolver uno de los misterios de nuestro universo

Los astrofísicos pueden abrir el champán: han conseguido captar la formación temprana de una protoestrella. Quizá este descubrimiento les permita resolver uno de los muchos misterios de nuestro Universo.

Esto es lo que sabemos

El secreto que los científicos aún no han desvelado es por qué casi no hay estrellas supermasivas en el Universo. Sólo representan el 1% del número total de estrellas.

En la actualidad se acepta que, a medida que una estrella gana masa, comienza a repeler materia de sí misma, a costa de la cual crece. Por esta razón, el crecimiento se detiene en algún momento. En vista de ello, los científicos especulan con la posibilidad de que las estrellas supermasivas se formen de alguna otra manera, pero esta hipótesis no contaba con pruebas que la respaldaran.

Ahora, los científicos han descubierto la protoestrella G258.93-0.03-MM1, que sigue creciendo a pesar de tener 8 veces la masa del Sol. Se encuentra en la Vía Láctea, a unos 22.000 años luz de nuestro planeta.

Los investigadores han observado que existen brazos espirales de gas y polvo en el interior del disco de acreción. La materia de éstos sigue cayendo sobre la estrella, a pesar de la radiación que supuestamente la repele. Los científicos ya habían supuesto la existencia de estos brazos, pero nunca los habían visto. Lo achacaron a la gran cantidad de gas que mantenía alejados a los telescopios.

El descubrimiento se realizó utilizando 25 radiotelescopios. Los científicos dedicaron varios años al estudio. Los telescopios pudieron grabar ráfagas de radio, que eran el resultado de la caída de materia sobre la estrella. A lo largo de los años, los investigadores han podido averiguar que la materia del interior del disco tiene la forma de los brazos espirales ya mencionados.

Los astrofísicos esperan reunir datos suficientes para estudiar las estrellas masivas. Además, aún tienen que averiguar por qué las estrellas se han hecho más pequeñas con el paso del tiempo, ya que hace miles de millones de años, en los albores del Universo, eran mucho más grandes de lo que son hoy.

Fuente: Physics World