ChatGPT se convirtió en CEO de la empresa, recuperó su inversión en una semana y podría obtener unos beneficios de 400.000 euros a finales de año
Mientras Italia ha restringido temporalmente el uso de ChatGPT, en Portugal un chatbot se ha convertido en el CEO de la empresa. La inteligencia artificial fue capaz de gestionar eficazmente la start-up y la hizo rentable en una semana.
Esto es lo que sabemos
El portugués Joao F. Santos creó la startup y nombró CEO a ChatGPT, mientras él mismo se convertía en asistente de la inteligencia artificial. El ingeniero se encargaba de todas las tareas de la red neuronal, dedicando sólo 1 hora al día a la empresa. Además, hacía todo lo que ChatGPT le decía, aunque esas acciones pudieran perjudicar a la startup.
La red neuronal ofrecía tres líneas de actuación. João F. Santos no quería dedicarse a los servicios, así que se decidió por el comercio de camisetas con imágenes creadas por la inteligencia artificial. En concreto, Midjourney.
La empresa se llamó AIsthetic Apparel. Fue sugerida por la inteligencia artificial. La primera palabra es una combinación de "Inteligencia Artificial (IA)" y "estética". El logotipo se creó con la red neuronal de Midjourney.
El siguiente paso del chatbot fue crear un plan de negocio de 10 puntos. La inteligencia artificial sugirió crear una tienda online y llegar a un acuerdo con Printful, que imprimiría las imágenes creadas por Midjourney. Por cierto, las descripciones de las imágenes de Midjourney también fueron compiladas por el chatbot.
A continuación, la red neuronal se puso a buscar inversores. Estos fueron Martin Andreas Petersen, Frederik van Deurs y Vasco Conceição. João F. Santos dijo que consiguió reunir 2.500 dólares a cambio de una participación del 25% en la empresa. El importe de la inversión inicial fue de 1.000 dólares.
El coste por camiseta fue de 35 euros. La inteligencia artificial fue capaz de ganar más de 10.000 euros en cinco días. Con un coste de 4.000 euros, AIsthetic Apparel fue capaz de obtener 7.000 euros de beneficios. Si el ritmo de ventas continúa, los beneficios alcanzarán los 40.000 euros a finales de año. Además, ChatGPT valoró la startup en 4 millones de euros.