Los bombarderos nucleares furtivos B-2 Spirit aún no tienen autorización para volar, pero los especialistas de la Fuerza Aérea de EE.UU. mantienen los aviones en estado de alerta.
El bombardero estratégico B-2 Spirit lleva cinco meses sin volar. A pesar de ello, las Fuerzas Aéreas estadounidenses no están de brazos cruzados.
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Las tripulaciones, el personal de mantenimiento y los militares siguen manteniendo los bombarderos operativos y listos para el combate mientras las Fuerzas Aéreas estadounidenses trabajan para que el B-2 Spirit pueda volver a volar. Todos los miembros del servicio se esfuerzan por "alcanzar la plena disponibilidad para el combate". afirmó Daniel Diehl, comandante del 509º Regimiento de Bombarderos de Whiteman (Misuri).
Los especialistas están inspeccionando los aviones, incluido el revestimiento furtivo. Durante la pausa se sustituyeron piezas en algunos bombarderos. Cabe señalar que las piezas sustituidas no tienen nada que ver con la causa del accidente del B-2, ocurrido hace más de cinco meses.
Durante la pausa, las tripulaciones volaron en aviones de entrenamiento T-38 y pasaron más tiempo en simuladores. Se incrementó el número de estas sesiones de entrenamiento. Además, el uso de simuladores permitió a los bombarderos simular su participación en el ejercicio Global Thunder del Mando Estratégico de Preparación Nuclear de EE.UU. (US Strategic Nuclear Readiness Command).
Las Fuerzas Aéreas estadounidenses interrumpieron los vuelos del B-2 Spirit en la primera quincena de diciembre de 2022 cuando uno de los aparatos realizó un aterrizaje de emergencia y se incendió. Los servicios de bomberos apagaron el fuego. El piloto del bombardero no resultó herido. Las reparaciones llevarán varios años.
El incidente de la base Whiteman fue el segundo accidente de un B-2 en menos de año y medio. El primero ocurrió en septiembre de 2021. El bombardero se salió de la pista debido al fallo de una parte del tren de aterrizaje.
Cabe señalar que uno de los aviones B-2 Spirit no se encuentra en Misuri, sino en Hawái. El bombardero estaba realizando misiones en la región cuando los vuelos estaban permitidos. La misión incluía una escala en Honolulu. El avión permanecería allí hasta que las Fuerzas Aéreas estadounidenses autorizaran los vuelos. Sin embargo, funcionarios del servicio han declarado que el B-2 Hawaii podrá despegar si hay una necesidad urgente de hacerlo.
Fuente: Revista Air & Space Forces