El Pentágono retendrá casi el 10% del coste de los nuevos cazas F-35 mientras perfecciona el software TR-3 - Lockheed Martin dejará de percibir más de 400 millones de dólares a finales de año
El Departamento de Defensa estadounidense abonará con retraso parte de los pagos de los nuevos cazas de quinta generación F-35 Lightning II. El Pentágono pretende retener el 10% del coste de los aviones.
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Technology Refresh 3 (TR-3) multiplicará por 37 la potencia de procesamiento y por 20 la memoria respecto a las capacidades actuales del caza de quinta generación. Sin embargo, Lockheed Martin ha encontrado problemas con el rendimiento del software. Por ello, el Pentágono ha suspendido las entregas del F-35 TR-3 a partir de este mes.
Además, el Departamento de Defensa estadounidense retendrá el 10% del coste de los cazas de quinta generación hasta que Lockheed Martin demuestre que el software funciona correctamente. Esto supondrá un retraso de más de 400 millones de dólares en los pagos de aquí a finales de año.
El contratista recibe el 90% del coste de cada avión durante las fases de ensamblaje por el trabajo realizado. El otro 10% depende de los documentos firmados que demuestren que se cumplen los requisitos de los cazas.
Pero ese no es el único problema de Lockheed Martin. El valor del contrato firmado en 2018 casi se ha duplicado desde los 712 millones de dólares, lo que deja a la compañía estadounidense sin beneficios una vez finalizada la actualización del F-35 Lightning II.
Las entregas de los cuatro primeros aviones F-35 TR-3 estaban previstas para julio de 2023, pero pasarán al almacén. A finales de año, 52 cazas entrarán en almacén debido al fin de las entregas.
El precio estimado del Lightning II es de 70-75 millones de dólares. La oficina del programa F-35 ha aceptado un riesgo de 8 millones de dólares por cada avión no entregado. Esto eleva los pagos aplazados a unos 416 millones de dólares a finales de 2023.
Fuente: Bloomberg