El virus del Zika podría ser un arma contra el cáncer cerebral
Científicos de la Universidad de Duke y otros centros de investigación han creado una versión debilitada del virus del Zika que podría utilizarse para tratar el cáncer cerebral, a menudo mortal. En experimentos de laboratorio, el virus parece atacar y destruir específicamente las células cancerosas, dejando intactas en gran medida las células sanas.
Esto es lo que sabemos
Los estudios han demostrado que el virus del Zika prefiere infectar y matar las células madre neurales del feto en desarrollo, lo que provoca microcefalia y otras complicaciones. Pero como las células de los tumores cerebrales tienden a parecerse a estas células madre (ambas crecen muy deprisa, por ejemplo), los científicos que trabajan en vacunas contra el virus del Zika han sugerido que una versión viva pero debilitada del virus podría convertirse en un arma dirigida contra estas células cancerosas, especialmente el glioblastoma multiforme (GBM), el tipo más común de cáncer cerebral. En su último estudio, publicado el mes pasado en la revista Journal of Translational Medicine, el equipo de científicos halló pruebas de que su cepa de vacuna contra el virus del Zika podría convertirse en un arma de este tipo, al menos in vitro. Descubrieron que su virus vivo atenuado podía infectar y destruir fácilmente las células de GBM, matando entre el 65% y el 90% de las células de GBM de una población.
Profundizar:
El virus Zika, descubierto en 1947, es transmitido por mosquitos del género Aedes. En los seres humanos, causa una enfermedad cuyos síntomas incluyen erupción cutánea, fatiga, dolor de cabeza, dolor articular, fiebre e hinchazón de las articulaciones. La infección por el virus de Zika durante el embarazo puede dar lugar a bebés nacidos con microcefalia y otros defectos congénitos. En niños y adultos, la infección por el virus de Zika puede provocar el síndrome de Guillain-Barré, neuropatía y mielitis. No existen fármacos específicos contra el virus Zika, pero se están realizando ensayos clínicos de una vacuna basada en el ADN.
Fuente: Gizmodo, TranslationalMedicine