Una tormenta magnética extrema ha golpeado la Tierra: puede haber interrupciones en las comunicaciones, el suministro eléctrico y el bienestar de las personas.
El miércoles y el jueves se registraron potentes llamaradas en una sección del Sol 16 veces mayor que el diámetro de la Tierra. El evento provocó al menos siete eyecciones de masa coronal, cada una de las cuales puede contener miles de millones de toneladas de plasma y campo magnético procedentes de la atmósfera exterior del Sol.
Esto es lo que sabemos
El viernes llegaron a la Tierra las primeras ondas de energía electromagnética. El sábado, la tormenta magnética fue calificada de extrema (una designación científica) y obtuvo una puntuación de 8,67 sobre 9 puntos posibles.
A la tormenta geomagnética se le ha asignado la máxima categoría G5. Los científicos de la NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos) han confirmado que se trata de una de las tormentas magnéticas más fuertes jamás registradas.
Esta tormenta supone una amenaza para las líneas eléctricas de alta tensión, los satélites pueden verse afectados y puede haber interrupciones en los sistemas de navegación y comunicación en la Tierra.
Por el momento la intensidad de la tormenta magnética extrema ha disminuido algo, pero hará estragos en nuestro planeta durante todo el fin de semana, por lo que muchas personas pueden sentir malestar y deterioro de la salud, especialmente en presencia de enfermedades crónicas.
El único efecto positivo de este fenómeno han sido unas auroras boreales inusualmente bellas, que se registran en regiones donde no se dan.
Auroras boreales en el cielo de Ucrania: