Rusia quería perpetrar atentados terroristas contra aviones civiles extranjeros

Por: Mykhailo Stoliar | 05.11.2024, 08:43

El Wall Street Journal, citando a agencias de inteligencia occidentales, afirmó que Rusia había intentado llevar a cabo atentados terroristas contra aviones civiles utilizando pequeños artefactos incendiarios enviados a través de DHL.

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Según los informes, el objetivo del atentado era provocar incendios en aviones con destino a Estados Unidos y Canadá.

Como recordatorio, en julio se produjeron incendios en los centros logísticos de DHL en Alemania y el Reino Unido debido a dispositivos especiales incorporados a los paquetes.

Los investigadores y los servicios de inteligencia europeos descubrieron que estos dispositivos, que contenían una sustancia inflamable a base de magnesio, estaban ocultos en el interior de masajeadores eléctricos.

The Wall Street Journal, citando a expertos europeos familiarizados con la investigación, señala que estos dispositivos formaban parte de una operación más amplia llevada a cabo por Rusia. Se cree que los masajeadores eléctricos enviados al Reino Unido desde Lituania podrían haber sido un intento de prueba para ver cómo introducir tales dispositivos incendiarios a bordo de aviones con destino a Norteamérica.

Por cierto, Polonia ha detenido recientemente a cuatro personas en relación con los incendios y las ha acusado de participar en sabotajes u operaciones terroristas en nombre de inteligencia extranjera.

Wroclaw, Polonia, 29 de mayo de 2024. Agentes de ABW llevan ante los tribunales a sospechosos de cometer actos terroristas en nombre de la inteligencia rusa

"El objetivo del grupo era también comprobar el canal de transmisión de dichos paquetes, que en última instancia iban a ser enviados a Estados Unidos y Canadá", declaró la fiscalía polaca.

El jefe de la inteligencia exterior polaca, Pawel Szota, dijo que los espías rusos eran los culpables, y que tal ataque, de haberse llevado a cabo, habría supuesto una grave escalada en la campaña de Moscú contra Occidente.

Fuente: The Wall Street Journal