Taiwán quiere comprar a Estados Unidos aviones F-35A y muchas otras armas modernas

Por: Mykhailo Stoliar | 12.11.2024, 09:27

El gobierno taiwanés tiene la intención de hacer un gran pedido de armas estadounidenses como parte de la profundización de la cooperación con la nueva administración presidencial de Estados Unidos.

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Taiwán está preparando un gran paquete de defensa que incluye la compra de diversas armas, como destructores, cazas, aviones de detección de radares de largo alcance y misiles. Uno de los principales objetivos es obtener de Estados Unidos unos 60 cazas F-35A, que pueden reforzar las capacidades de defensa de Taiwán en caso de amenaza por parte de China.

Para mejorar sus capacidades de alerta temprana, Taiwán también planea adquirir modernos aviones E-2D con los últimos radares, que le permitirán detectar con mayor eficacia las amenazas aéreas a larga distancia.

Además, Taiwán está estudiando la compra de 10 destructores equipados con el sistema de combate Aegis, que anteriormente utilizaba la US Navy.

Sistemas de misiles M142 HIMARS entregados por EE.UU. en Taiwán. Octubre de 2024.

La exportación de los F-35A de alta tecnología sigue en entredicho debido a la preocupación del Pentágono por el posible deterioro de las relaciones con China y los riesgos de transferencia de tecnología a Taiwán. Por ello, EE.UU. prefiere actualmente suministrar sistemas más antiguos. El paquete también incluye la compra de 400 misiles antiaéreos para el sistema Patriot.

Albright Colby, ex funcionaria del Pentágono, subrayó la necesidad de que Taiwán aumente su gasto en defensa:

"Los que se preocupan por Taiwán deben tener claro que tienen que dar un gran paso adelante. Su destino pende de un hilo".

La embajada comunista china en Washington reaccionó a los planes pidiendo a Estados Unidos que ponga fin a la venta de armas a Taiwán y a la cooperación militar con este país.

También advirtieron a las autoridades taiwanesas contra el aumento de sus capacidades militares, acusándolas de escalar el conflicto, lo que podría conducir a la guerra.

Fuente: Financial Times