El F-35B Lightning II de la Royal Air Force británica, que costó 115 millones de dólares, se estrelló en el mar Mediterráneo al despegar del portaaviones HMS Queen Elizabeth debido a un tapón atascado en la toma de aire

Por: Maksim Panasovskiy | 16.08.2023, 00:09
El F-35B Lightning II de la Royal Air Force británica, que costó 115 millones de dólares, se estrelló en el mar Mediterráneo al despegar del portaaviones HMS Queen Elizabeth debido a un tapón atascado en la toma de aire

La toma de aire del F-35B Lightning II está protegida de objetos extraños por un tapón. Sin embargo, se convirtió en un objeto extraño y llevó a la Real Fuerza Aérea Británica a perder su caza de quinta generación.

Esto es lo que sabemos

El incidente del F-35B británico ocurrió en el mar Mediterráneo hace casi dos años. La aeronave se estrelló como consecuencia de un intento fallido de despegue desde el portaaviones de la Marina Real británica HMS Queen Elizabeth. A continuación puede ver una imagen de sonar del caza tumbado boca abajo en el fondo del mar.

El Ministerio de Defensa británico publicó un informe de 148 páginas. En él se afirma que la causa inmediata del accidente del F-35B (ZM152) fue el impacto de un tapón de la toma de aire. Las autoridades británicas ya dijeron esto el año pasado.

El tapón atascado en la toma de aire provocó una reducción del suministro de aire. Debido a ello, el motor del F135 fue incapaz de proporcionar suficiente potencia para el despegue. Más concretamente, el empuje se redujo en un 17%, de 17,2 toneladas a 14 toneladas.

Cuando el piloto se dio cuenta de que la potencia no era suficiente, tomó la decisión de abortar el vuelo. Sin embargo, el F-35B ya había alcanzado la rampa. El impulso fue suficiente para que el caza superara la rampa. El piloto se eyectó y el avión cayó al agua. Un viento afortunado unido al movimiento del portaaviones hizo que el piloto acabara en la cubierta del HMS Queen Elizabeth.

En cuanto al F-35B Lightning II, permaneció a flote junto al buque durante algún tiempo. Finalmente, el caza de quinta generación, valorado en más de 100 millones de dólares, se hundió en el mar Mediterráneo. El avión volcó y se hundió a una profundidad de unos 3 kilómetros. La ironía de la historia es que la corriente de agua arrancó el tapón de la toma de aire.

El tapón y los restos de la aeronave lograron ser recuperados a la superficie un mes después del incidente. El procedimiento costó a la Real Fuerza Aérea británica más de 3 millones de dólares.

Fuente: The War Zone